El pequeño Albert

Este es uno de los experimentos más famosos de la historia de la Psicología.

Lo que se trataba de probar era que una reacción emocional, como el miedo, durante la infancia podría ‘crearse’ fácilmente mediante el método del condicionamiento clásico o pavloviano (en honor a su descubridor Petrovich Pavlov). Este condicionamiento basado en que se da una determinada respuesta (conducta) ante según qué estímulo, forma parte fundamental en el estudio de la conducta en general, puesto que determina científicamente, junto con el condicionamiento operante, la capacidad de aprendizaje de los animales a la hora de reaccionar ante determinadas situaciones y contextos.

Los experimentadores fueron Watson y Rayner y realizaron este experimento en 1920.

El-pequeño-Albert-1El niño Albert, de 9 meses de edad, era un niño sano y bastante tranquilo.
Le presentaron unos cuantos estímulos: una rata blanca, un conejo, un perro, un mono, periódicos ardiendo, máscaras con y sin pelo, algodón…pero no pudieron ver en Albert una respuesta de miedo ante ellos, sólo intentaba cogerlos o tocarlos.
Decidieron empezar a golpear una barra de acero tras Albert, lo que le produjo sobresalto y llanto.
Entonces, comenzaron el experimento de condicionamiento: le fueron presentado una rata blanca y cada vez que Albert intentaba tocarla, golpeaban tras él la barra de acero.
Tras realizar esto varias veces, Albert se alejaba de ella en cuanto la veía.

Generalizaron el miedo de Albert a todos los objetos peludos que le mostraban.

Estos experimentadores trataron de quitarle luego esos miedos (inhibición del condicionamiento), pero su madre se enfadó y asustó tanto que se lo llevó y no pudieron terminar lo empezado….

Estos primeros trabajos con el condicionamiento fueron muy importantes por varias razones:
1. Para darse cuenta de que hay ciertas cosas que no se pueden experimentar en seres humanos y mejor es utilizar animales (para muchos poco ético, pero totalmente lícito si existe el compromiso demostrable de no maltratarlos).
2. Que habían descubierto un sistema eficaz y sencillo de manipulación de conductas.

Si nos quedamos con esto último, tenemos que saber a lo que estamos expuestos constantemente. Este aprendizaje puede ser beneficioso, por ejemplo, evita que comamos alimentos tóxicos si nos encontramos mal tras ingerirlo la primera vez, pero también, si el conocimiento llega a malas manos, comoWatson en mi opinión ocurre, puede sernos muy perjudicial. Ya uno de los experimentadores de este caso, Watson, llegó a afirmar en 1924:

Dadme una docena de niños sanos, bien formados y mi propio ambiente (contexto) específico para educarles, y garantizo poder tomar cualquiera de ellos al azar y formarle para que sea especialista en lo que yo me proponga –médico, abogado, artista, comerciante, e incluso mendigo o ladrón – sin tener en cuenta sus talentos, aficiones, tendencias, capacidades, vocaciones o quiénes fueron sus antepasados’

¿Os parece exagerado?
Pensemos en que, a día de hoy, el dinero es el mayor y mejor estímulo condicionado que existe, como paso intermedio entre desear tener algo y tenerlo, al poder comprarlo, y que es la causa de que haya personas que roban, matan, maltratan y generan injusticias sociales, respuestas éstas condicionadas por un pedazo de papel impreso que si pudiéramos colocar delante de un hombre de las cavernas originaría una reacción de ‘no hacer absolutamente nada’ ante él, a excepción de que lo mirara o pudiera tocarlo por simple curiosidad.

Os dejo un vídeo que resume muy bien, con imágenes reales, en lo que consistió el experimento, que además, se realizó también con otros niños.

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